martes, 29 de noviembre de 2016

Gobernador de Guerrero y su fiscal, vinculados a La Familia Michoacana

Hace unos días, de acuerdo al Fiscal del estado de Guerrero, el gobernador priista Héctor Astudillo Flores ordenó la ejecución extrajudicial del delincuente "El Tequilero", al que atribuyen gran parte de la violencia que azota la Tierra Caliente.

"No lo vamos a detener, lo vamos a acabar, le vamos a dar p'a bajo, ésa es la orden del gobernador", dijo furioso el fiscal Xavier Olea.

Sin embargo, cuando se le preguntó sobre el otro delincuente, el que oficialmente está identificado como el más sanguinario en la Tierra Caliente de Guerrero y del Estado de México, de nombre Johnny Hurtado Olascoaga conocido como "El Pez", quien secuestró y descuartizó a tres herreros de Teloloapan, el fiscal cambió súbitamente su tono y dijo que al Pez no, que al "Pez" iban "a ver si" lo detenían, sin decir cuándo.

¿Por qué el gobierno de Héctor Astudillo se lanza contra un grupo de secuestradores pero permite que otro grupo de secuestradores, más sanguinarios todavía, operen con total libertad e impunidad? ¿Por qué no hacen lo mismo para detener al Pez, a pesar de que miles de pobladores de los municipios de Teloloapan, Apaxtla de Castrejón, Cuetzala del Progreso y Arcelia imploran por más seguridad?

El líder de la banda de secuestradores que descuartiza a sus víctimas se encuentra en la dirección opuesta a San Miguel Totolapan, en el lado de Arcelia. En Arcelia inicia el imperio de la Familia Michoacana, el cual se extiende por los municipios de Tlapehuala, Acapetlahuaya de General Canuto A. Neri, Tlatlaya, Sultepec, Amatepec, Zacualpan, Tejupilco y Luvianos, entre el estado de Guerrero y el Estado de México, desde donde desatan una ola de terror y crímenes en derredor de las poblaciones vecinas, con el apoyo de alcaldes, fiscales, policías, militares y funcionarios y políticos corruptos de los tres niveles de gobierno.

¿Pero por qué el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo y su fiscal se niegan a perseguir al Pez?

La respuesta es sencilla.

Johnny Hurtado Olascoaga, alias El Pez, El Pescado, El Fish, El Mojarro o Don Gabino, es socio de minas que explotan oro y uranio en el cinturón minero que corre desde Arcelia hasta el Balsas, en las que también es socio el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz.

El uranio explotado es transportado a los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo a través de flotillas de camiones aglutinadas en la CTM de Arcelia y en una compañía de transportes pesados propiedad del Pez, desde donde es traficado en barcos hacia China.

La CTM, la compañía de transportes del Pez y las asociaciones transportistas de Arcelia con el apoyo del alcalde de turno, actualmente el priista Adolfo Torales Catalán, son quienes bloquean las carreteras de Arcelia para demandar la salida de corporaciones policiacas o militares que afecten sus intereses, así como para impedir el rescate de secuestrados. Tal como ocurrió en junio de 2012, julio de 2013, febrero de 2014, enero de 2016 y noviembre de 2016.

Por el otro lado, el gobierno de Héctor Astudillo se ha caracterizado por impulsar proyectos mineros en zonas controladas por el narco como supuesta estrategia de desarrollo. De hecho, la veta de oro más rica de América Latina se encuentra en el cinturón minero que El Pez pretende seguir controlando. Puesto que muchas comunidades se niegan a ceder sus territorios para la explotación minera, el crimen organizado es la herramienta que secuestra, asesina, extorsiona y aterroriza a poblaciones enteras para provocar sus desplazamientos, sembrar el miedo y acallar las inconformidades. El trabajo perfecto para El Pez.

En correspondencia a sus favores, el gobierno de Guerrero, a través del fiscal estatal, atribuye los delitos cometidos por La Familia Michoacana a organizaciones rivales, como la de Los Tequileros, que es una organización minúscula y mal armada que no alcanza el grado de cártel y que opera en dos o tres comunidades rurales. Las posturas del fiscal y del Pez son trabajadas desde el Ministerio Público y desde la Policía Ministerial de Arcelia, y son precedidas por notas de reporteros locales que abren el camin
o para exculpar de los crímenes a La Familia Michoacana y adjudicarlos a grupos antagónicos. Uno de los principales reporteros designados para esta tarea es Cecilio Pineda Birto, quien está identificado por inteligencia mexicana como operador de medios de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios. Otros reporteros son Israel Flores y Agustín Hernández Arenas.

El fiscal Xavier Olea, amigo cercano del expresidente de México, Carlos Salinas de Gortari y abogado defensor de narcos y asesinos, ha echado andar una y otra vez esta maquinaria para lavarle las manos al Pez y adjudicarle sus crímenes al grupo de Los Tequileros.

Uno de estos casos es el atentado contra la comunidad de La Gavia, municipio de San Miguel Totolapan, registrado el 20 de marzo de 2016, cuando un grupo de sicarios fuertemente armados irrumpió en un baile y disparó contra todos las personas que estaban ahí, dejando 4 personas muertas y 7 heridas . El fiscal y los medios atribuyeron el ataque a Los Tequileros, pero la realidad es otra: el ataque provino desde Arcelia por órdenes del Pez.

Los responsables de llevar el ataque a cabo fueron Wilbert Rodríguez, alias "El 80", "8" o "Búho", jefe de plaza en Arcelia; Ramiro Bahena Urieta, alias "El Güero Pelayo"; Gerardo Palacios Bernal, alias "El 04"; Lucrecio Ochoa Lagunes o Lucrecio Valenzuela Lemus, alias "El Borrego" y Conrado Mendoza, alias "Comando Ope", hijo del presidente municipal de San Miguel Totolapan, Juan Mendoza Acosta. La misión era matar al mayor número posible de personas originarias de La Gavia.

Al día siguiente la maquinaria del Fiscal Xavier Olea y El Pez se echó a andar para atribuir el crimen a sus rivales. Desde entonces ésa ha sido la constante en Tierra Caliente.

Por esto, los pobladores del Estado de Guerrero y del Estado de México, hartos de vivir en el terror, exigimos el abatimiento o la captura inmediata del "Pez" y de todos los miembros de La Familia Michoacana, así como de los funcionarios y políticos corruptos que los apoyan.

Ramiro Bahena Urieta, Güero Pelayo



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